domingo, 9 de septiembre de 2018


El secuestro inesperado

       Un día como cualquiera, Juana había salido de compras. Siempre dejaba su auto en el mismo estacionamiento, pero esta vez, fue diferente. Estacionó tranquilamente y se fue. Pero al volver, no vio personas por ningún lado. Juana, un poco nerviosa, empezó a buscar sus llaves. De la nada, un auto frenó rápidamente y ella se sobresaltó. Se bajó un hombre muy alto y musculoso. Juana trató de caminar más rápido, pero no pudo. El hombre comenzó a perseguirla hasta que llegó hasta una calle sin salida y consiguió agarrarla. Ella trató de gritar para que la ayudaran, pero el hombre la metió rápidamente en el baúl de su auto.
Después de un rato, varias personas comenzaron a salir a la calle. Todos habían escuchado los gritos de Juana, pero nadie sabía en dónde se encontraba. Comenzaron a sospechar de dos hombres que habían estado cuidando los autos las últimas horas. Eran dos hombres de baja estatura, con cabello claro. Ambos se veían un poco asustados después de lo sucedido. Entonces, la gente decidió llamar a la policía. Pero la policía no supo resolver el crimen, entonces ese fue el momento en el que me llamaron a mí, Carla.

      Empecé a suponer distintas teorías sobre el crimen, por ejemplo, cómo había sucedido  y en dónde se encontraba Juana ahora. La policía y todas las personas que andaban por la zona, me preguntaban continuamente cómo lo iba a resolver.
-Déjenmelo a mí. Ya he visto las cámaras de seguridad, esto se trata de un secuestro- Les dije tranquilamente  y me fui persiguiendo los rastros que había dejado el auto en la calle.
Mientras tanto, la policía custodiaba a los dos hombres que al principio eran sospechosos, para tratar de sacar datos del crimen. Pero esto resultó inútil ya que los únicos datos que lograron obtener fueron los gritos de Juana, que resultan ser inútiles para la resolución del crimen.
Mientras seguía el rastro, empezó a sonar en mi celular un número desconocido, lo atendí pensando que podía ser alguien del trabajo que me ayudara con el crimen. Pero al contestar, escuché una voz de una joven desesperada y asustada. Era Juana. Le dije que tratara de tranquilizarse y describirme el lugar en el que estaba.
-Me metieron en un auto, en la parte trasera. Puedo escuchar ruidos que vienen de la calle.- dijo muy nerviosa.  
-Respira lentamente. ¿Cómo conseguiste comunicarte conmigo?- pregunté.
-Encontré un celular viejo entre unas bolsas que hay a mi lado.-
-Escúchame Juana, necesito que te calmes y me ayudes. Tienes que tratar de abrir esas bolsas.-
-No puedo ver nada, está todo muy oscuro.-
-Entonces usa tus manos. Muévelas para tocar las bolsas y abrirlas a la fuerza.-
-Está bien.- dijo un poco más tranquila, y comenzó a moverse.
Juana encontró las bolsas y comenzó a abrirlas como pudo.
-¿Encontraste algo adentro?- pregunté intrigada.
-Sí, hay unas cosas muy pequeñas, creo que son clavos.-
-Bien. Hay algunos autos en los que se ven las luces traseras desde dentro. Trata de buscarlas.-
-Las encontré, son unas luces rojas.- aclaró.
-Bueno, ahora lo único que tienes que hacer es tratar de romperlas para tirar la bolsa de clavos. Eso va a dejar un rastro y así te podré encontrar. Llamaré a la policía para que busque el rastro de clavos por todas las calles posibles.
      Juana comenzó a patear las luces traseras con todas sus fuerzas, hasta que logró romper una de ellas. Una vez hecho esto, agarro la bolsa y dejó caer todos los clavos que había dentro. Lamentablemente, mientras hacía esto, se le cayó a la calle el celular que estaba usando para hablar conmigo. Entonces la llamada se cortó.
      Yo me asusté y comencé a llamar a la policía para ver si habían encontrado algún rastro que pudiera ayudarme a encontrar a Juana. Me atendieron y dijeron que habían mandado varios autos a encargarse del tema. Después de un rato, volvieron a llamarme para avisarme que habían encontrado el rastro de los clavos, pero no el auto.
-Traten de buscar en las cámaras de seguridad de la zona algún dato útil.- les dije. Después de un rato, lograron encontrar una grabación de una calle en la que se captaba cómo un auto iba dejando un largo rastro de clavos. No se podía ver mucho la cara del hombre que conducía, pero sí su matrícula: AA23AA. Con esto pude saber que era un auto Honda. Me dirigí hacia allí para buscar los últimos compradores de un auto de este tipo, pero no pude encontrar nada. Solo había tres personas que lo habían comprado, y las tres eran mujeres. Entonces decidí ir a visitarlas para saber si tenían algún dato importante. Una me contó que su auto había sido robado en un cine de la ciudad que era muy conocido, así que decidí ver si encontraba algo, ya que el auto había sido robado hacia muy poco tiempo.
-¿Cuál es la ubicación del cine?- le pregunté con curiosidad.
-Se encuentra en el centro de Quilmes, se llama Showcase- me contestó.
Me dirigí hacia allí y pregunté por las cámaras de seguridad, y resultó ser así. En una cámara se había visto cómo un señor claramente robaba un auto. Era alto y musculoso.
-Esta persona me resulta familiar- afirmé con certeza.
      Busqué en la base de datos a algún criminal con esa descripción, y efectivamente, había alguien. Pablo Gómez era su nombre. Ya había estado encerrado por haber secuestrado a su profesora de facultad.
Después de un rato, me llego una llamada de un número desconocido. Era Pablo. –“Si no me dan 500.000 dólares, voy a asesinar a Juana.”- dijo claramente, y cortó la llamada.
En ese momento acordamos la ubicación del intercambio entre Juana y el dinero, iba a ser en el cine Village a las dos en punto de la tarde.
        El momento había llegado. Ya estábamos los dos enfrentados, para ver quién bajaba primero del auto. Cinco minutos después, él bajó con Juana delante de sí mismo sabiendo que no le dispararíamos. Luego bajé yo, preocupada y asustada por Juana y por el temor de no saber qué le había hecho o le podría hacer.
         Finalmente, en un descuido del secuestrador, Juana se tiró al piso y yo me abalancé sobre él. En un gran forcejeo por el  arma logré sacarla y tirarla al piso. En ese entonces, me dirigí directamente hacia él y lo tomé de la espalda mientras que Juana se levantaba y lograba derribarlo. Pablo Gómez finalmente fue  encerrado de por vida por intento de asesinato y secuestro. Mientras tanto, Juana volvió a su casa sabiendo que si quisiera ir a comprar devuelta, tendría que hacerlo de día.

domingo, 26 de agosto de 2018

El alma al diablo.

          El alma al diablo es una novela de aprendizaje escrita por Marcelo Birmajer, de la editorial Norma. Esta novela de ficción fue publicada en el año 1994. Se trata sobre un muchacho judío llamado Mordejai, que se sentía muy interesado en una casa misteriosa que se encontraba en su barrio. Entonces, junto con otros chicos, tratan de averiguar cual es el misterio de esa casa, y que había pasado con quienes la habitaban. Ademas, al paso de la novela, se ve reflejado el pasaje de Mordejai a la adolescencia.

           En mi opinión, es un libro muy bueno. Me pareció muy interesante ya que informa sobre cosas de la cultura judía, que yo antes no conocía, sobre su religión y sus costumbres. Me pareció una trama muy interesante también, ya que pasan cosas nuevas en todo momento y tiene una gran variedad de personajes. Como por ejemplo, Mordejai y el grupo de chicos que lo acompañan. Todos estos son muy diferentes entre si y eso los hace interesantes y únicos a cada uno de ellos. Además, esta novela tiene una lectura bastante ligera y fácil, lo que hace al libro más sencillo de comprender. 

sábado, 4 de agosto de 2018

Texto explicativo
A partir del cuadro “La nutrición humana”….
1-Elaborar un texto explicativo que responda a
¿Qué es o en que consiste una buena nutrición?
¿Cómo es una buena nutrición?
¿Por qué hay que tener una buena nutrición?
2- Tener en cuenta la estructura:
Introducción  (Presentación problema explicativo).
Desarrollo (Explicación propiamente dicha).
Cierre (Resumen de lo anterior).
3- Tener en cuenta los recursos explicativos aprendidos: definición, clasificación, reformulación y aclaración, ejemplos, comparaciones, etc.

La nutrición humana
             A veces nos preguntamos qué es la nutrición,  y cómo hacemos para mantener una buena  alimentación y un buen estado de salud.
                        La nutrición es el proceso biológico a través del cual los organismos asimilan los alimentos y los líquidos necesarios para el funcionamiento. Se puede tener una nutrición equilibrada o desequilibrada.
                      Para mantener una buena salud se necesita una alimentación buena y equilibrada. Para esto, se deben cubrir los requerimientos nutricionales, es decir, que los nutrientes deben cumplir las funciones reguladoras, estructurales y energéticas.
 Las funciones reguladoras son las funciones que sirven para aportar las sustancias reguladoras, es decir, aportar los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Estas funciones son llevadas a cabo fundamentalmente por las vitaminas y minerales, que podemos encontrar en alimentos como verduras, frutas y leche. Las funciones estructurales son las funciones que proporcionan los nutrientes necesarios para formar y reparar células, tejidos y órganos. Se realizan fundamentalmente por las proteínas y minerales, que podemos encontrar en alimentos como carnes y pescados. Y las funciones energéticas son aquellas que aportan energía para el funcionamiento celular. Estas nos permiten realizar las actividades diarias, por ejemplo, correr o caminar. Se realizan gracias a los lípidos y carbohidratos, que podemos encontrar en alimentos como aceites, cereales y azucares.
Si no nos alimentáramos bien,  tendríamos una nutrición desequilibrada, lo que nos causaría muchos problemas de salud. En la edad adulta,  podríamos tener problemas como la obesidad, el cáncer, la arteriosclerosis y la osteoporosis. En cambio,  en la adolescencia,  problemas como las caries o la anorexia. La anorexia es una enfermedad en la cual se toma una imagen distorsionada tanto de las dimensiones como de la forma del cuerpo.

              Entonces,  para poder tener una buena nutrición y una buena salud se necesita mantener una buena alimentación. Se deben cumplir las funciones reguladoras, estructurales y energéticas. Además, se deberían incluir estos tipos de alimentos y sus cantidades:

                  

                  Integrantes: Matilda White y Roció Velázquez.
Matilda: Realizó la introducción, buscó la imagen y ayudó a dictar las consignas.
Rocío: Realizó el desarrollo, el final, y también dictó otra parte de las consignas.
Al final, hablamos entre las dos y vimos si estábamos de acuerdo en lo que habíamos puesto. 
                   





domingo, 20 de mayo de 2018


El Gremlin.

            Había una vez un pequeño niño llamado Eddy. Tenía 11 años, pelo castaño y grandes ojos verdes. Vivía muy felizmente en su casa con sus papás y, a pesar de no ser muy grande, era muy bueno, valiente y responsable.
       

-¡Eddy!  gritó su mamá de repente. –Me voy a comprar con tu papá, levántate de ahí y hace la tarea.
             Eddy se levantó fastidiado y se quedó solo en su casa esperando a sus papás. Después de un rato, se escuchó el timbre. Al abrir la puerta, Eddy se encontró con una grande y misteriosa caja y luego de observarla un rato, decidió meterla en su casa. Para que sus papás no la vieran, la escondió dentro de su placard. Tenía pensado seguir observándola después, pero se olvido.                                                               Cuando sus papás llegaron, Eddy siguió haciendo su tarea, y apenas terminó se fue a dormir por todo el cansancio que tenía.
                Esa misma noche, algo extraño ocurrió en la casa ya que algo extraño había dentro de esa caja. Al otro día, Eddy la encontró abierta y se sorprendió mucho. Sentía una gran  necesidad de  contárselo a su mamá, pero, al mismo tiempo, pensaba que lo iba a retar por meter una caja en la casa sin siquiera saber que había dentro. Así que se quedo callado y fue a la escuela.  Estuvo todo el día pensando en eso.  ¿Que podría haber dentro de esa caja y como pudo haberse escapado? ¿Será peligroso? ¿Qué estará haciendo ahora?
                   No prestó atención en ningún momento de la clase, la intriga lo estaba matando.  El día se le hizo eterno, hasta que al fin llegó a su casa, saludó a sus papás, y fue a acostarse en el sillón como hacía todos los días. Después de un rato, pensó que sería una buena idea seguir buscando el “algo” que había dentro de la caja, pero tenía que ser discreto ya que no quería que sus papás se enteraran. Comenzó buscando en el living, pero no había nada. También busco en la cocina, los baños, las habitaciones, y en todos lados, pero en ningún lugar encontró nada. Eddy estaba muy desilusionado y preocupado a la vez, sentía que todo esto era culpa suya y que algo muy malo  podría pasar.
                     Cuando ya era tarde, Eddy tenía que comenzar a prepararse para irse a dormir; entonces, después de cenar, se fue a la cama directamente. Se durmió, pero a la media noche comenzaron a escucharse ruidos extraños….
                      Eddy  se levantó de la cama muy exaltado, bajó las escaleras temblando del miedo, pero con mucha curiosidad a la vez. Para su sorpresa, se encontró con una especie de monstruo pequeño que estaba mordiendo el sillón. Tenía baja estatura, ojos muy grandes y pelo corto. Eddy estaba muy sorprendido ya que le causaba más ternura que miedo, entonces decidió volver a esconderlo en su casa para que sus papás no lo encontraran.
                       Al otro día, Eddy estuvo todo el tiempo encerrado en su cuarto con el pequeño monstruo para poder observarlo y conocerlo mejor. Después de un rato, hasta se encariño con él y quería quedárselo como una mascota. Pero ese mismo día, el monstruo intentó asesinar a los papás de Eddy, por lo que él lo detuvo, se enfureció e intento echarlo de su casa, pero no había caso. El monstruo se quería quedar.
                        Eddy estaba muy sorprendido por las cosas de las que era capaz un monstruo tan pequeño como ese. Intento congelarlo, incinerarlo, meterlo en el horno, y muchísimas cosas más, pero ninguna funcionó. Su última opción fue volver a meterlo en su caja, cerrarla muy bien, y llevarla muy lejos de donde él vivía. Entonces lo hizo.
                         Después de eso, el monstruo no volvió a aparecer por muchos días más, pero Eddy seguía estando alerta por si algo pasaba. Un día, todo parecía haber vuelto a la realidad, entonces Eddy se fue a dormir con más tranquilidad.                                                                            
                         Esa misma noche el monstruo volvió, y al día siguiente Eddy apareció asesinado.