martes, 24 de septiembre de 2019


Despenalización del aborto
Una niña de 11 años fue violada por la pareja de su abuela en Tucumán, Argentina. La niña manifestó en numerosas ocasiones su deseo de abortar, "Quiero que me saquen esto que me puso adentro el viejo", declaró la menor, según la historia clínica presentada en la causa judicial. El Gobierno tucumano declaró su intención de "salvar ambas vidas", y le practicó la cesárea a las 24 semanas de gestación. Fue obligada a parir. Además de ser víctima de violación e intentar suicidarse dos veces, su salud corría peligro, explicó la abogada tucumana de Católicas por el Derecho a Decidir. Es inhumano que una niña de 11 años tenga que pasar por este acontecimiento, por lo que el aborto debería ser despenalizado.

En primer lugar, se tiene en cuenta el siguiente argumento: “Llevando a cabo la operación del aborto, se están llevando a la muerte dos vidas, perjudicando justamente no solo a la madre, sino que también al hijo.” Esto es totalmente mentira. Esta científicamente comprobado que el embrión es la etapa inicial del desarrollo de un ser vivo mientras se encuentra en el huevo o en el útero de la hembra. En el caso específico del ser humano, el término se aplica hasta la octava semana desde la concepción (fecundación). A partir de la octava semana, el embrión pasa a denominarse feto. Además, cada mujer debe poder decidir sobre su propio cuerpo. “La decisión de continuar o no con la gestación tiene que ser de la mujer", sostuvo Martha Rosemberg, psicoanalista e integrante de la campaña por el derecho al aborto.

En segundo lugar, se dice que la despenalización del aborto traería un aumento de muertes al país. Esto sería totalmente al revés, ya que  traería más seguridad a la mujer en caso de tener esta decisión tan complicada.
“Los países desarrollados hace más de 20 años que tienen legalizado el aborto y han reducido sus índices de mortalidad. El aborto es una deuda de la democracia”, afirmó la diputada nacional del Frente Para la Victoria (FPV), Mayra Mendoza. 

En tercer lugar, existen argumentos que dicen que la mujer solo tendría que tener derecho a abortar en caso de una violación, pero esto resulta ser totalmente absurdo. ¿Y en el caso de un fallo de métodos anticonceptivos? ¿Qué pasaría? ¿Y en algún otro tipo de inconveniente? El aborto debería ser despenalizado frente cualquier situación o condición, ya que cada mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo.

La falta de garantía del Estado para el ejercicio en igualdad de condiciones de los derechos reproductivos viola los derechos de las mujeres a la vida, a la salud, a la integridad física, psíquica y moral, a la autonomía, intimidad, dignidad y a estar libre de tratos crueles, inhumanos y degradantes. Según el Relator Especial sobre el Derecho a la Salud de la ONU Anand Grover, “la promulgación o el mantenimiento de leyes que penalicen el aborto puede constituir una violación de la obligación de los Estados de respetar, proteger y hacer efectivo el derecho a la salud”.
Las mujeres de nivel socioeconómico medio y alto acceden a una atención sanitaria adecuada y segura y, en general, no sufren complicaciones postaborto. Las de bajos recursos, en muchos casos adolescentes, se ven obligadas a exponerse a intervenciones en la clandestinidad y en condiciones sanitarias precarias.
Se estima que del universo de abortos realizados en hospitales públicos, alrededor del 15% corresponden a adolescentes y niñas menores de 20 años, y un 50% a mujeres de entre 20 y 29 años.
El aborto legal, seguro y gratuito podría abrirle puertas a millones de mujeres, garantizando mayor salud y un menor riesgo de vida. Por esto es que debería haber una despenalización lo antes posible.

domingo, 12 de mayo de 2019


El sillón mágico.

    Tenía trece años cuando este insólito hecho marcó mi vida. Era un sábado a la noche, alrededor de las 21:00. Cansada de todo el día, decidí ir a la casa de mi abuela, a quien no veía desde hace mucho tiempo. Me preparé, agarré mis cosas, comencé a sentir un extraño presentimiento, como si algo muy malo estuviera por ocurrir.
Llegué a lo de mi abuela. Apenas la vi, fui corriendo a abrazarla, realmente estaba muy

feliz. Ir a su casa era entretenido, siempre me contaba historias de su juventud o cosas interesantes. Mientras ella lo hacía, yo me sentaba en un viejo y ruidoso sillón, que hasta chillaba de los años que tenía.

Pero aquella noche fue distinta. Mi abuela me estaba

contando la historia de su casamiento hasta que logró que me quedara totalmente
dormida. En un momento, comencé a sentir un extraño cosquilleo, como si miles de hormigas estuvieran caminando sobre mi cuerpo. De repente, sentí una necesidad de levantarme inmediatamente. Cuando recuperé totalmente la vista, me llevé la sorpresa que estaba en una casa totalmente desconocida, tirada en el suelo.

Escuché una voz muy conocida, mientras la silueta de

una muchacha se acercaba hacia mí.
una gran sorpresa. ¡Era mi abuela! Con unos cincuenta años menos. Se la veía muy asustada, como si no me conociera.
-¡Abuela! ¿Por qué estás tan joven?- pregunté asombrada.
-Abuela? Quién eres tú?- dijo riendo, creyendo que

era una broma.
-Soy yo, Carmela!
-¿Carmela? Yo no conozco ninguna Carmela.
-Espera un segundo...me puedes decir la fecha?- pregunté,

ya entendiendo un poco lo que pasaba.
- Hoy es 3 de mayo.- respondió.
-Y el año?
-1953. Acaso no sabes el año en el que estamos?

Todavía no me daba cuenta si era un sueño, pero

parecía muy real. No sabía de qué manera me había transportado a esa época,
pero tenía una idea de cómo podía volver. Se me ocurrió que con ese mismo
sillón, podría regresar.

-No sé quién eres, ni cómo llegaste a mi casa, me estás asustando…- dijo
mi abuela.

En ese momento me di cuenta de que cualquier cosa que le dijera, nunca  entendería lo que me había pasado, ni que era su propia nieta. Era algo ilógico que ni siquiera yo podía creer.
-No quise asustarte, solo estoy perdida. Trato de encontrar un antiguo

sillón que pertenece a mi familia. Desapareció de mi casa y no podemos
encontrarlo por ningún lado, estamos desesperados. – mentí.
-Bueno, puedo ayudarte si quieres. Pero deja de meterte en casas ajenas,

no está bien.- me respondió un tanto enojada.
Le conté cómo era, absolutamente todos sus detalles.
-Sé perfectamente cuál es. Mi familia y yo lo vendimos hace mucho tiempo,

pero nos pertenecía. ¿Cómo es que dices que era de tu familia?
-Em..no lo sé, me habré confundido..- dije nerviosa.

Juntas, comenzamos a investigar dónde podría estar. Lo habían vendido

hace ya mucho tiempo, pero yo no iba a perder mi esperanza.
-Al primer lugar al que lo vendimos fue al hogar de una anciana.

Podríamos ir a visitarla para ver si lo sigue teniendo, si quieres.
-Sí, sería genial.- dije un poco aliviada.


Mientras caminábamos, reflexioné un poco. Mi abuela

era una persona muy generosa, no cualquiera ayudaría a una desconocida. La
miraba y no podía parar de pensar en las ganas que tenía de abrazarla, de
contarle absolutamente todo. Pero el único resultado de eso habría sido un completo
desastre. Ella nunca creería que era su nieta.
Continuamos caminando. Al llegar a la casa de la

anciana, tocamos la puerta. Nos abrió un tanto enojada, sin entender quiénes
éramos.
-¡Martha! ¿Cómo estás?- dijo mi abuela.
-¿Quién eres tú?- dijo la anciana.
-¡Ana! ¿Ya te olvidaste de mí?- preguntó.
-¡Ana! Cuanto tiempo sin verte, pasa.

Entramos las dos a su casa, mientras con la vista

buscaba el tan esperado sillón. Lamentablemente, no lo encontraba. Hasta que decidí preguntarle. Me respondió que se lo había regalado a su hija y nos pasó su
rápidamente, no sabía cuánto tiempo más podría aguantar en aquella época.
dirección. La mujer insistía en que nos quedaramos pero yo quería irme
Llegamos a la casa de Rosa, la hija de Martha. Nos

hizo pasar. El sillón estaba ahí, en la entrada de la casa, como si hubiera
estado esperándonos. Nunca estuve tan feliz de ver ese horrible sillón. Le
preguntamos si podíamos llevarlo a nuestro hogar, que era muy importante para
nosotras.
-Llévenselo, ya ni siquiera lo utilizo, está muy viejo- dijo Rosa.

Lo llevamos a la casa de mi abuela y me senté en él. Pero había algo que no funcionaba. Seguía en el mismo lugar, intentaba dormirme en diferentes posiciones, pero nada servía, algo faltaba pero no se me ocurría qué. Cuando pensé en lo que había ocurrido esa noche, me di cuenta de que necesitaba una historia de mi abuela. Cada vez me quedaba menos tiempo y eso me desesperaba. Rápidamente fui a pedirle a mi abuela que me contara una historia con la excusa de que no me podía dormir. Ella con gusto accedió, siempre había sido una gran narradora. Estaba escuchando con atención cuando finalmente logré quedarme dormida.

Al despertarme, estaba por fin en mi época, en lo de

mi abuela. Pensé que no iba a funcionar y que me quedaría en otra dimensión para
siempre, no podía creerlo. Cuando reconocí a mi abuela, fui a darle un fuerte
abrazo a para recordarle lo mucho que la amaba.

FIN.

martes, 9 de abril de 2019


EN SU PROPIA CONFERENCIA DE PRENSA, JUAN PABLO PÉREZ PASÓ UN MAL MOMENTO QUE SORPRENDIÓ A TODOS.

INCOMODO HECHO HOY FRENTE A MILES DE PERSONAS.

          Hoy ocurrió un hecho que probablemente será muy recordado por los próximos meses. El conocido teatro de Quilmes fue usado para dar una gran conferencia de prensa a la cual asistieron más de 2.500 personas. El protagonista fue Juan Pablo Pérez, cuya empresa “Fird” presentaba al mercado un nuevo modelo de zapatillas. El hecho se produjo alrededor de las 15:00 cuando todavía todo parecía estar yendo bien…                 
          Cerca de las 11.00 de la mañana, Juan Pablo se encontraba ingresando al gran teatro. Telones, imágenes, cuadros y más decoraciones cubrían todas las paredes, a las que miraba con orgullo. Pero mientras tanto, sentía una terrible sensación de nervios pensando en qué era lo que la gente iba a opinar. ¿Qué pensarán de todo esto? ¿Y de mis modelos? ¿Les gustarán todos? Eran los únicos pensamientos que pasaban por su cabeza en ese momento. Caminaba en círculos constantemente, pensando y repitiendo por dentro qué era lo que iba a decir y de qué manera lo iba a hacer. Al final, prefirió tratar de relajarse y esperar a que comenzara la conferencia.
          A las 2:00 de la tarde, la gente comenzó a ingresar a la sala del teatro mientras observaban las maravillosas imágenes de los nuevos modelos. El Sr. Pérez comenzó a sentirse nervioso otra vez, después de haber estado horas pensando. Su cabeza era una bomba a punto de explotar. La gente se veía muy satisfecha con lo que estaba viendo, por lo que tomaron asiento y comenzó la muy esperada conferencia. Una serie de preguntas fueron su desafío, que logró responder muy bien, ya que todos los que se encontraban allí aplaudían fuertemente, con una clara sonrisa en el rostro. Todo parecía perfecto, hasta que llegó el momento en el que se arruinó totalmente el evento y el estreno de todos los nuevos productos. La entrevistadora, con una extraña expresión en su rostro, creía que todos los nuevos modelos eran idénticos a los de una antigua marca de los 80. “Pareciera que todos son una copia, sin ningún crédito al creador original”, dijo con un raro y horrible tono.
          Todas las sonrisas se borraron, ni una persona volvió a aplaudir y absolutamente todas comenzaron a ver a Pérez muy sorprendidos, esperando una respuesta. Mientras tanto, él sentía que era el fin del mundo, o al menos, era su fin. Gotas de sudor comenzaron a caer de su rostro. Se le veía cada vez más colorado y mareado, sin decir ni una palabra.  La gente comenzaba a mirarse entre sí, ya creyendo que era verdad lo de la copia. Tratando de hablar para evitar eso, el empresario sintió cómo su estomago se revolvía, con una rebelde flatulencia a punto de salir.
Trató de aguantársela y remediar el problema, pero no lo logró. El aire salió de él con mucha fuerza y con mucha prisa. Sintió una gran sensación de alivio al hacerlo, pero esto empeoró la situación incómoda que se había generado anteriormente. Se avergonzó totalmente y salió corriendo de la sala.

            Las personas que se encontraban en el evento, incluyendo a la entrevistadora, quedaron muy sorprendidas y decepcionadas con lo ocurrido. No se esperaban para nada que Juan Pablo Pérez terminara siendo una farsa. Este será, probablemente, el fin de su larga carrera.
                                                                                  
                                                                              
                                                                           

                                                                               -Lugar donde se llevo a cabo el suceso